Acné
(Tratamientos faciales)


El acné se caracteriza por una inflamación de la piel de causa bacteriana caracterizada por erupciones superficiales, que son ocasionadas por la oclusión de los poros de la misma a consecuencia de los cambios de la unión pilosebácea (folículo piloso y glándula sebácea).

Generalmente empieza en la pubertad y adolescencia, pero puede aparecer a cualquier edad debido a los cambios hormonales. Las zonas más habituales donde aparece son la cara, el pecho, la espalda, los hombros y los brazos. La lesión se presenta en diferentes formas y grados de afectación:

  • Leve: comedones y espinillas.

  • Moderado: pústulas y pápulas.

  • Moderadamente grave: nódulos, quiste y pápulas simultáneamente y mezclados.

  • Grave: zonas de nódulos y quistes dolorosos, de pústulas y pápulas y de comedones y espinillas, todo al mismo tiempo.

El tratamiento es variado, depende de las circunstancias y debe ser múltiple, incluyendo cambios en la dieta , en los cuidados diarios de la piel etc. Es importante el tratamiento para evitar las secuelas del acné, como marcas, manchas y pequeñas cicatrices en la piel, denominadas en “pico de hielo”.

Dependiendo del estado y del grado de afectación , contamos con diferentes tipos de tratamientos , los más efectivos son los peelings (especialmente los de ácido salicílico) que serán muy útiles para destaponar el orificio de drenaje, cosa que hacen peor los láseres y LEDs. Por tanto en el caso de un acné comedoniano son de elección. Ya cuando se han producido cicatrices y estas son muy profundas o marcadas, los peelings tienen muy poca utilidad, siendo de elección el Plexr y el microneedling que han demostrado su gran eficacia con muy pocos efectos secundarios y mínimo tiempo de recuperación.


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